El hecho de que el petróleo sea un recurso estratégico por la importancia que tiene como generador de energía, y que los principales demandantes de este recurso no sean los principales productores constituye una fuente de conflictos internacionales.
Durante mucho tiempo el precio se mantuvo bajo, pero a principios de la década de 1970, la OPEP comenzó a intervenir más en la fijación del precio del petróleo.

La Guerra del Golfo, entre 1990 y 1991, se originó en la invasión de Irak a Kuwait con la intención de controlar las reservas petrolíferas de este último país. Pero el conflicto más reciente es entre Estados Unidos e Irán.
Medio Oriente sigue siendo el centro de atención en relación al petróleo, debido al tamaño de sus reservas, mientras que los principales consumidores son países económicamente desarrollados como Estados Unidos, Europa y Japón. Es evidente, entonces, cuán dependientes y frágiles se pueden tornar las economías mundiales ante los diversos episodios históricos que se presentan en el panorama internacional, afectando la cotización del crudo y consecuentemente el equilibrio mundial.